Richard Phillips es un artista nacido en 1962 en Marblehead (Massachusets) que vive y trabaja en New York. Es conocido por sus brillantes retratos hiperrealistas copiados principalmente de las revistas eróticas y de moda de las décadas de los ‘60 y los ‘70. En la mayoría de sus obras de los años ‘90, Phillips se centra en el optimismo de la industria del porno blando de la época de los ‘70, antes de la aparición del sida. En sus retratos emplea expresiones faciales estándar y estereotipos habituales en el contexto pornográfico: chicas pin-up con labios húmedos entreabiertos, cabellos revueltos, lenguas mojadas…(como muestra se puede observar sus obras Tongue de 1997 y Jazz de 2000). La obra de 2004 denominada Bukkake recoge con su título en japonés prácticas sexuales presentes en inequívocas páginas web y supone una evolución al mostrar el primer plano de una mujer arrodillada sobre cuyos cabellos revueltos se ha eyaculado. En la pintura Herzaureisser de 2005 una femme fatale blande un corazón en dirección del espectador, mientras que la tersura visual de Girl with Cigarette (2008) oculta una notable carga de reflexión.
Sin embargo, las proporciones tan enormes de sus cuadros del tamaño de vallas publicitarias resultan irritantes ya que ofrecen una visión amenazadora de la sexualidad exagerada, prácticamente omnipresente en el marketing del mundo occidental que ofrece el placer inmediato como mecanismo para captar la atención del espectador. Es decir, sus inmensas obras no sólo se apropian de la estética pornográfica, sino que al mismo tiempo la tematizan. De este modo es como Phillips opina que sobrevivirá la pintura frente a los que opinan que nada queda por inventar sobre el lienzo: con malicia y autocrítica.
Sin embargo, las proporciones tan enormes de sus cuadros del tamaño de vallas publicitarias resultan irritantes ya que ofrecen una visión amenazadora de la sexualidad exagerada, prácticamente omnipresente en el marketing del mundo occidental que ofrece el placer inmediato como mecanismo para captar la atención del espectador. Es decir, sus inmensas obras no sólo se apropian de la estética pornográfica, sino que al mismo tiempo la tematizan. De este modo es como Phillips opina que sobrevivirá la pintura frente a los que opinan que nada queda por inventar sobre el lienzo: con malicia y autocrítica.
Hola!
ResponderEliminarMe encanta la selección de artistas que has hecho en tu blog, he aprendido muchísimo!
Sería conveniente sin embargo que citases la procedencia de los textos que empleas para el blog, sobretodo si provienen de páginas con licencia de Creative Commons!
http://artesigloxxi.wordpress.com/2008/09/29/richard-phillips/
Muchas gracias!